miércoles, 8 de enero de 2014

'Un plus de codicia' llevó a la Infanta Cristina a 'defraudar reiteradamente a Hacienda'

El juez José Castro desmenuza en su auto de 227 páginas,  la participación de la hija del Rey en la trama vinculada al Instituto Nóos. El magistrado sitúa a Cristina en el epicentro de un complejo "sistema" encaminado a "defraudar reiteradamente" a Hacienda impulsada por "un plus de codicia" y detalla cómo blanqueó los fondos públicos recaudados por el instituto "sin ánimo de lucro" que presidía su marido.
Para ello pone un ejemplo muy gráfico. Durante ocho años, la hija del Rey sólo efectuó «dos compras por importe superior a 3.005,06 euros con cargo a su propio peculio». El resto, lo cargó a Aizoon, la sociedad a la que previamente había desviado los fondos públicos recaudados por Nóos.
La Audiencia de Palma debe decidir ahora si da por buenos los argumentos o si deja en suspenso, por segunda vez, la imputación de la hija del Rey.

LA DUDA ES  , ¿ELLA ERA CONSCIENTE DE LO QUE HACIA SU MARIDO?
El juez Castro comienza desmontando en su auto la teoría esgrimida hasta el momento por la Fiscalía Anticorrupción, la Agencia Tributaria, la Abogacía del Estado y la propia defensa de la hija del Rey consistente en que «no era consciente» de las irregularidades que cometía. Hasta el momento, el Ministerio Público ha sostenido que no basta con que Cristina de Borbón figurara como accionista de su sociedad para atribuirle los delitos cometidos a través de ella y responsabiliza en exclusiva de todas las irregularidades a su marido.
El magistrado recuerda que «los dos únicos partícipes» de la sociedad familiar Aizoon son «don Iñaki Urdangarin y doña Cristina de Borbón» y que «lo son nada menos que al 50%». Pero también resalta que «los dos únicos socios son cónyuges, ambos se repartían temporalmente la presidencia de la entidad y contrataban personal a sabiendas de que los contratados nunca habrían de prestar servicios para la sociedad». Asimismo, subraya que a Aizoon «se cargaban gastos personales del matrimonio» y que Urdangarin y la Infanta «compartían tarjetas de crédito» y decidieron radicar la entidad en su «propio domicilio». Por todo ello, considera que «no es de recibo» pensar que ella no sabía nada de cuanto acontecía.
COMO CONSECUENCIA.
Si hemos llegado al limite de que la familia Real nos estafe, por que no tiene otro nombre que este, ¿de que tipo de democracia estamos hablando ? 
Es normal que los ciudadanos de un país como es España estén saturados con tantas portadas en los periódicos donde se muestra que todos los representantes nos tomen por " tontos ".  Más cara de tontos se nos queda cuando encima nos engañan un grupo de personas no elegidas constitucionalmente , sino que están a cargo nuestro, viviendo de nosotros, sin tenernos ese respeto que merecemos.
Es justicia que después de que saliese a la luz esta noticia, se llame a declarar a la Infanta Cristina, porque como bien dijo el rey en su dia, TODOS LOS CIUDADANOS TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS.

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